Lorenzo se cree que está en EUROVISION

Sergi Lorenzo, enfadado como nunca, sucumbe (10-7) ante un Cavallé que ya acumula 17 partidos seguidos sin caer en fase de grupos. "Siempre ganan los mismos", exclama.

Jornada nefasta para el tándem del Clan del Susi formado por Xavi Rodríguez y Sergi Lorenzo. El mejor amigo de Dadas afrontaba con gran ilusión el partido contra Joan Cavallé. Una victoria suya los hubiera aupado tanto a él como a XR en la primera posición de grupo y, de paso, hubiera capado en seco la espectacular racha de Joan Cavallé de 16 partidos seguidos sin perder en fase de grupos. Pero no fue así. Lorenzo no tan solo no cuajó un buen partido y perdió, sino que protagonizó un show indigno de un concursante. Lo nunca visto hasta la fecha. Y es que Lorenzo, en la última pregunta en la que se tienen que repartir 4 puntos entre las 5 opciones de respuesta, se marcó un rosco y, para intentar justificar y enmendar su error, se inventó que se pensaba que tenía que repartir 4, 3, 2, 1 y 0 puntos pensándose que estaba en EUROVISION. Sergi Àlex, el presentador, no cayó en la trampa y aun y las injustificadas quejas de Lorenzo, la puntuación se mantuvo en cero en la última pregunta, tal y como marca el reglamento.

Dispuesto a abandonar

Sergi Lorenzo no se tomó nada bien el rosco en la última pregunta, que acabaría suponiendo la derrota contra el titán de las fases de grupos Joan Cavallé i Oller. Por eso, no dudó en mostrar su versión más dura en PRIMICITY. Sin argumentos, y con sus compañeros y amigos Toni Alay, Samu e incluso su inseparable Dadas dándole la espalda, Lorenzo no dudó en sacar la artillería y disparar contra el concurso. "Así siempre ganan los mismos. Esto es un robo", protestaba un refunfuñón Lorenzo, que aprovechaba para preguntar si Rodríguez puede jugar el próximo partido. "¿No se puede cambiar y que juegue XR en vez de yo? ¡Ya no quiero jugar más!", añadía mientras Toni Alay se mofaba de la leyenda interminable de Lorenzo con los comodines. "COMODÍN, COMODÍN", le cantaba el vigente campeón hurgando en la herida mientras Lorenzo se negaba a aceptar la derrota.